Estoy muy cansada de escucharlas quejarse porque no les hace
caso, o porque no las llevan de paseo. Es que la simple expresión "me
llevan" me horroriza, llevamos a nuestras mascota de paseo no a las
personas.
Esta sociedad se funda en el
pensamiento oxidado de que la mujer necesita a un caballero de espada en mano y
armadura, que las salve de esta vida cruel y consigan la felicidad de las
perdices.
Desde la escuela, se inculca en cuentos o historias,
actualmente en dibujos animados (basta con encender uno de esos canales para
niños y comprobarlo) esa necesidad imperiosa de la mujer de encontrar a su príncipe
o amor verdadero que le otorgue la felicidad plena. Pero es que va mas allá, no
solo en edades tempranas, en edades adolescentes, se repite este mensaje del
amor idealizado, en películas taquilleras. Por ejemplo en la serie de libros y
luego de películas, "Crepúsculo" se impregna de la idea de la
necesidad que tiene ella de que el chico la salve de innumerables peligros,
convirtiéndose en este amor idealizado en la premisa de toda la película. Nadie le dice a esa chica que no necesita a
un caballero para salvarla de ningún peligro, que ella solita es muy capaz para
decidir que quiere y que no.
Los mensajes que se lanzan a la
sociedad actual tienen que virar en otro sentido, y dejar ese pensamiento
polvoriento que solo consigue crear una cultura dependiente. Es muy necesario
que hoy en día se enseñe a los niños y futuros adultos, que el amor es una
esfera más de sus vidas que giran en armonía con muchas, pero que no es a pieza
principal de ese engranaje.
Una mujer o un hombre puede sentirse completamente realizado
sin necesidad de encontrar a una pareja. Es más, solo cuando son perfectamente libres
de tomar sus decisiones y marcar su rumbo, es cuando consiguen encontrar al
amor sano, que no hace otra que complementar sus vida.
Esta cultura del amor idealizado, es la que se convierte en
germen de futuras relaciones tóxicas. Relaciones, en las que hay un vínculo de
dependencia absoluto en la pareja. Cada vez más nos encontramos con casos de jóvenes
de edades muy tempranas, en las que uno de los dos tiene tintes posesivos con el
otro, le controla el móvil o sus redes sociales, le dice como y qué vestir, le prohíbe
ciertas actividades..etc. Pero lo peor de todo esto, es que esas personitas jóvenes
creen que esa actitud es una demostración de "amor" y no lo
reprochan, cuanto menos denunciarlo.
Es por todo esto, que la educación en el respeto al otro
sexo, es fundamental en nuestra sociedad. Porque solo educando en respeto
conseguiremos atajar esas cifras crueles que cada día aparecen en los
informativos.
Tenemos que ser capaces de enseñar a las mujeres y hombres del futuro a
ser libres, valientes, independientes, audaces y capaces.