jueves, 25 de agosto de 2016

Cada día os observo



Cada día lo veo como lo agarra con cariño preocupado porque camine bien. Lo agarra con fuerza para que él sienta que esta con ahí, no se va a caer porque él no lo va a permitir.
Mientras el camina como puede y con andares torpes, él le susurra al oído palabras de cariño. Le va alentando para que siga, consciente del esfuerzo que le supone el mero hecho de caminar.

Ahora los roles han cambiado, es el hijo el que guía al padre por ese camino, estoy segura que jamás pensó que le tocaría a él asumir ese papel, pero la vida a veces nos tiene preparados desagradables episodios. Cuando miro lo joven que es el padre y como camina agarrado del hijo preocupado, pienso que realmente esas personas son las que merecen. Cuando pasa algo de esa magnitud en la vida es cuando sacamos la fortaleza, y yo desde luego admiro a ese hijo y aun más al padre, que consciente de que no puede ser ahora el líder ha asumido su papel, peleando con ayuda de ese hijo porque cada día merezca un poco la pena.


Cada día os veo, y nunca me atreví a acercarme, pero desde mi ventana tenéis a una ferviente admiradora, porque sois los héroes de esta vida rápida y desagradecida que tenemos.

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