Hoy inauguro este blog, y la verdad es que jamás pensé que me atrevería a escribir y menos aún a que lo pueda leer cualquiera. Este blog no es más que la versión moderna de aquellas conversaciones a veces profundas y a veces banales, que una tenía en pijama en el sofá de su casa. Aunque yo no soy una persona que le guste demasiado las tecnologías (aun sigo con mis libros de papel de segunda mano) me gustó la idea de crear un espacio donde poder escribir sobre lo que me apetezca, primero porque esto no lo puedo hacer en mis redes sociales ya que siempre tengo a alguien de un color o del otro que se ofende o que me monta un debate, y esa no es mi intención. Este blog tiene fecha de caducidad, lo mantendré abierto el tiempo que dure mi carrera, así me aprovecharé de él y lo usaré como vía de escape a mi estrés y nerviosismo. Me encantará dentro de unos años, espero que solos los necesarios, leer cuales eran mis pensamientos cuando empecé a estudiar Derecho y en qué manera han cambiado o no.
No prometo nada.
No prometo grandes temas, ni grandes comentarios ni siquiera se con que habitualidad escribiré, solo prometo sinceridad, brutal sinceridad. Todo en lo que no entro normalmente en mi vida cotidiana por miedo a ir a contracorriente o a ser visceral, aquí voy a entrar y mucho.
Gracias y hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario